En estas semanas muchos niños y niñas comienzan la escuela ya sea por primera vez o por continuación, en la mayoría de casos cambiarán de aula o espacio, cambiarán de profes o de compis lo cuál requerirá un proceso de vinculación.
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El vínculo es un tema que poco a poco va ganando importancia dentro del mundo de la educación. Ya no es algo que sólo se tiene en cuenta en el mundo de la crianza. En una sociedad donde las mujeres se han incorporado a un mundo laboral, y que no tiene a penas en cuenta la conciliación familiar, estas figuras de cuidadores externos a la familia están ganando una gran importancia social.
Aunque mayormente se habla de la importancia del vínculo seguro con las figuras familiares, los profesionales de la educación están cada vez más presentes en la vida de estos niños y niñas desde tempranas edades y generan vínculos con los pequeños a los que acompañan. Cuidar y crear vínculos seguros con esos niñas y niños realmente puede ayudar mucho a su desarrollo emocional.
Vincularse a una persona o a un lugar es un proceso que requiere tiempo. Sin embargo, en muchas escuelas este proceso se reduce a un mero trámite de un par de días con la jornada reducida o la entrada en grupos pequeños escalonados.
Para aquellas familias con niños y niñas que necesiten más tiempo es interesante saber que la ley educativa nos dice que para la etapa de educación infantil el periodo de adaptación es de un mes. Sin embargo, para las familias de primaria, a pesar de que el niño o la niña entre en primero y sea su primera experiencia de escolarización, la ley no contempla periodo de adaptación.
Por experiencia, la forma en la que se afronte esta situación dependerá mucho del profesorado y del equipo directivo. Hay centros que están dando respuestas más flexibles e individualizadas para las necesidades concretas que vaya teniendo cada niño o niña. Incluso en primaria, aunque no tengamos un marco legal, la voluntad y la buena comunicación entre familias y centros educativos hace que surjan soluciones creativas para atender a esos niños y niñas que necesiten una transición más larga para transferir el vínculo familiar seguro a una maestra, un espacio y a los compis nuevos/as.
Por eso, en estos primeros meses de comienzo escolar, donde habrán muchos nenes y nenas en procesos de vinculación, debemos intentemos enfocar la energía en hacer crecer relaciones de confianza entre niños y niñas y adultos.
Porque es sólo en entornos donde los niños y niñas se sientes seguros y relajados que se pueden dar procesos de aprendizaje positivos y respetuosos.
Os comento algunas ideas que por experiencia creo que pueden facilitar el proceso:
Cómo podemos ayudar los papás y mamás
- Explicando la situación antes de comenzar el cole a los niños y niñas. Explicarle qué va a suceder le ayuda a estar más preparado para afrontar la situación. Es importante que el niño o niña sepa que habrán otros niños/as que, aunque no conozca, tendrá la oportunidad de conocer y que algunos/as podrán llegar a ser sus amigos/as. También que va a haber una persona adulta a su cuidado, a la que puede acudir si tiene alguna necesidad. Si conocemos los horarios y ritmos del día, también podemos explicar los momentos de aula y exterior o el tipo de actividades que se van a realizar.
- Si podemos, visitemos la escuela antes para que el niño o niña conozca el espacio. O también pongámoslo en contacto con algún niño o niña de su clase antes de iniciar el cole para que se pueda sentir más acompañado.
- Paciencia. No juzguemos al niño o niña si llora por no querer quedarse. O si nos cuenta que su día ha sido malo, no intentemos convencerle de que no ha sido tan mala la experiencia. Sí es interesante que nuestra actitud y las perspectivas sean positivas, pero sin negar o querer restar importancia a las emociones incómodas que está sufriendo nuestro hijo o hija.
- Analizad vuestra actitud. ¿Estamos tu seguros de querer dejarlo? ¿ Nos sentimos cómodos con el centro?
- Despidámosnos siempre y asegurémosle a qué hora vamos a volver, o mejor si son pequeños, marquémosle el momento temporal en función de las actividades que se desarrollen, es decir, después de qué suceda qué cosa vamos a volver: tras leer el cuento, la canción, la hora de la siesta etc.
- Si el proceso se le hace difícil, seguramente va a necesitar que al salir del cole estemos 100% disponible, presentes, y especialmente amables y atentos a sus necesidades.
- Si sale del cole con mucha rabia, triste o cansado, ofrezcámosle un espacio adecuado para soltar esas emociones. Quizás necesita pasar la tarde descargando energía al aire libre, disfrutando con amigos o haciendo deporte.
Cómo podemos ayudar los docentes
- Cuidemos nuestro lenguaje corporal. Intentemos bajar nuestro cuerpo a su altura cuando les hablemos para poder mirarles a los ojos, sonreír, tengamos una postura relajada, movámonos tranquilos y mantengamos un tono suave de voz.
- Aprendamos su nombre, conversemos, enterémonos de las cosas que le gustan y preguntemos para saber más. Si podemos, dediquemos un espacio de tiempo individual para cada uno o una. Preguntemos al día siguiente por cosas que conozcamos. Saludemos y despidámosnos de forma cariñosa. e individualmente.
- Un espacio exterior, relajado y lúdico favorece la vinculación.
- Los objetos son una buena forma de iniciar contacto. Propongámosles juegos que tengan objetos que permitan iniciar y mediar una relación entre el/la peque y el/la adulta. Esto ayuda especialmente a los niños/as más tímidos/as. Hagamos propuestas de juegos que generen cohesión de grupo y no competición.
- Empaticemos, seamos pacientes y respetemos el ritmo de acercamiento de cada niño o niña.
- Ofrezcamos tiempo de juego libre para facilitar la creación de relaciones en un ambiente distendido.
- Aceptemos el dolor, el miedo o la rabia que puede sentir el niño/a ante la situación que le está tocando vivir. Busquemos espacios para que puedan expresarse.
- Hagamos que la familia se sienta, y si podemos, creemos un espacio para que puedan quedarse durante un periodo, de forma que los niños y niñas pueden acudir a sus figuras de apego en caso de necesidad. Mantengamos una comunicación fluida con la familia, quizás nos puedan dar pistas para conectar con ese niño o niña.
¡Muchos ánimos para el inicio de curso!
Me despido con una frase de Loriz Malaguzzi que está bien tener en mente para estos días:
“Nada sin alegría”
– Loriz Malaguzzi
Erika Uranga Basterra dice
Me quedo con la frase de ^Nada sin alegria^!!!!!
Creo Que lo Que se Les trasmite a nuestros peques cuando Les dejamos y nos vamos de su lado, E’s fundamental para Que el despegue no sea un drama.