Una pregunta clásica que recibo a menudo sobre pedagogías alternativas es la diferencia entre dos de las pedagogías más conocidas Montessori y Waldorf porque también son el tipo de escuelas que más oferta hay cuando los padres y madres comienzan a buscar alternativas a la escuela clásica .
Aunque si bien es cierto que en ambas hay un cambio de mirada y de práctica educativa en relación con la pedagogía tradicional, lo cierto es que son muy diferentes, en muchos aspectos yo diría que opuestas.
¿Quieres conocer esas diferencias?
Respeto a los ritmos de desarrollo
Aunque ambas sostienen dos teorías de base sobre el desarrollo infantil, no coinciden en tiempos. Estas diferencias tienen implicaciones directas en la práctica pedagógica de cada una.
Por ejemplo, para Montessori los períodos sensibles de aspectos como la lectura o la escritura se sitúan sobre los 3 y 4 años lo que genera que en los espacios montessori de 3 a 6 años esten preparados con materiales y actividades para iniciarse en la lecto-escritura y las matemáticas desde temprana edad.
Sin embargo, Waldorf, según la teoría de Steiner su creador, propone que hasta los 7 años l@s niñ@s están en un plano donde necesitan el desarrollo corporal y no los conocimientos abstractos que no se iniciarán hasta la primaria pues se llegan a considerar incluso perjudiciales su introducción temprana para el desarrollo adecuado de l@s niñ@s.
Importancia de los contenidos, ¿matemáticas y lectoescritura o arte y artesanía?
El contenido que quizás tengan más en común en la etapa de infantil entre ambas pedagogías, desde mi punto de vista, sería el desarrollo de la tareas prácticas diarias como poner la mesa, preparar el almuerzo, limpiar…
Los ambientes montessori ofrecen al niño o niña materiales y propuestas para iniciar la lecto-escritura y las matemáticas y ciencias basado en lo que Montessori llamaba la mente absorbente que estaría presente en los primeros años de vida y facilita el aprendizaje precoz de todos estas habilidades. De este modo, se van presentando a la niña o niño los diferentes materiales, relacionados con estos aprendizajes, en función de su dificultad y se permite luego el trabajo autónomo con ellos a su elección y el tiempo que se desee.
Sin embargo, Waldorf opta por organizar su día a día en infantil en base al juego libre, en el interior, promoviendo el juego simbólico en el interior de sus aulas y el juego en exterior con elementos naturales (o en bosques, los que tienen suerte :D). Los ritmos del día de la semana se marcan con los almuerzos comunes así como la propuesta de actividad relacionadas con temas artísticos o artesanos como la acuarela, el modelado o las lanas y el telar o más adelante el tallado de madera… También introducen en los cambios de actividad las canciones y rimas con dedos.
Movimiento y Libertad: juego libre o libertad de elección de actividad
Aunque ambas pedagogías se consideran activas pues consideran el movimiento y la acción del niño o niña como necesaria para facilitar el aprendizaje acorde a las necesidades y formas de acercarse al mundo del niño su forma de ese movimiento y esa libertad de acción es bien diferente.
En Waldorf en infantil si abran muchas horas de juego libre sin intervención adulta, Sin embargo a la hora de la actividad propuesta se promueve principalmente más la imitación que la experimentación o la exploración autónoma, igual que cuando se preparan las canciones, teatrillos, rondas y demás, para las fiestas estacionales que van hilando el año.
Lo mismo sucede con Montessori donde se disponen de muchos materiales manipulativos para la adquisición de esas habilidades y conceptos abstractos pero siempre desde una presentación inicial de cómo se usan por parte de la guía. Y aunque si es verdad que se permite explorar el material o combinarlo, los materiales están diseñados específicamente para cumplir un objetivo pedagógico y la mayoría son autocorrectivos, para que el niño o niña pueda percibir el error en su uso por sí mism@.
La pedagogía científica y la pedagogía antroposófica
Montessori basó toda su propuesta pedagógica en la observación sistemática de la actividad de los niños y niñas en su desarrollo. Ella apuesta por fomentar desde el principio el pensamiento lógico, organizado y realista. Por eso, por ejemplo, en sus libros o materiales con fotografías siempre se optará por imágenes reales, con vocabulario específico y científico sobre los elementos que se estén presentando. Considera necesaria la imaginación para la resolución de problemas pero se aleja de ofrecer explicaciones fantasiosas sobre los procesos de la realidad pues considera que pueden confundir a l@s niñ@s.
En comparación, la waldorf tiene su base en la antroposofía, una visión del ser humano espiritual y con mucha iconoclasia cristiana que se cuela de forma evidente en la práctica a través de las canciones a los santos con la fiesta del otoño o del farolillo o de San Martín, los villancicos y el teatrillo navideño donde se representa el nacimiento de Jesús o la educación en valores con San Jorge y su valentía… Aunque a día de hoy, hay variedad en este enfoque y depende del proyecto waldorf, el papel y la expresión que se le da a esa espiritualidad que está en la base de la pedagogía, pues puede enfocarse más hacia la parte de la naturaleza y sus ritmos.
Por otro lado, en la introducción de los cuentos, rimas o canciones opta por la fantasía, por el misterio y la magia, proponiendo cuentos y canciones clásicas y con personajes fantásticos como duendes o animales humanizado.
Rol del adulto, ¿guía o maestra?
En cada pedagogía el rol del adulto es diferente. En el caso de las maestras waldorf no hay una transformación del nombre y se las considera como el modelo más importante del niño o niña por lo que deben ser ejemplo para ellos. Normalmente la maestra waldorf de infantil suelen mantenerse ocupadas realizando tareas como cocinar o tejer, ya que crean material para sus aulas, mientras acompañan a l@s niñ@s aunque permanezca disponible y atenta a l@s peques para ser ejemplo de las diferentes actividades. Aunque si que se considera que l@s niñ@s tienen diferentes ritmos y energías más de expansión o de recogimiento, el funcionamiento de esos ritmos o actividades son en grupo, todos a la vez.
En montessori si se tranforma el concepto de maestra que enseña para posicionarse en una posición de guías donde la persona adulta facilita el aprendizaje pero es el propio niño o niña quien dirige su aprendizaje y esta persona adulta tiene que estar atenta a sus intereses y necesidades de desarrollo para ir ofreciendo el material o actividad adecuada para su momento. Se trata de un enfoque mucho más individualizado donde la guía se adapta al ritmo y preferencias de cada niño o niña aunque a veces se puedan trabajar cosas en pequeños grupos o grupos más grandes.
Ambientes preparados más allá de las aulas
El aula waldorf de infantil suele tener una cocina y baño adjuntos así como una gran mesa central o varias juntas. Es un clásico de estas aulas el juego simbólico de la cocina, las muñecas (muy peculiares de esta pedagogías) y las cunas así como material desestructurado como telas, los caracolillos de lana o materiales de madera.
La creación de un ambiente preparado montessori para estas edades es mucho más complejo. Se tienen en cuenta las diferentes áreas a trabajar como la vida práctica y sensorial, las matemáticas y el lenguaje y las ciencias. Todo tiene las dimensiones adecuadas para la edad de l@s peques y todo tiene un lugar fijo establecido para facilitar así su autonomía y el orden del espacio que esencial para su funcionamiento.
Materiales naturales ¿desestructurados o autocorrectivos?
A pesar de que en ambas se apuesta por materiales con materiales reales, y no de plástico, como hemos comentado antes en un caso son materiales para conseguir la adquisición de algún concepto o elemento pedagógico en caso de Montessori, en cambio, en Waldorf se pretende que sean materiales suficientemente neutros para no interferir en el juego simbólico y libre de l@s niñ@s.
A pesar de todas estas diferencias tienen cosas en común como que trabajan con edades mezcladas de 3 a 6 y se suele mantener la misma persona esos años y además, normalmente en los grupos suele haber 1 figura adulta más de apoyo. En ambas pedagogías el movimiento es importante para el aprendizaje y se respetan los ritmos infantiles según los proponen, la libertad y la autonomía también es un valor en ambas aunque promovida de forma diferente y la visión del niño o la niña suele ser ensalzada como un ser especial, importante, al que debemos ayudar a su desarrollo integral pues el protagonista del futuro y el que podrá realmente cambiar los valores de la sociedad.
Espero que os haya gustado el miniresumen comparativo. Evidentemente, no hago honor a las pedagogías en su visión y práctica completa y si queréis saber más tendréis que informaros :D.
Sin embargo, espero que pueda ser útil para algún padre o madre que comience su andadura en el mundo de las escuelas alternativas y pueda orientar un poco hacia una u otra pedagogía para que pueda elegir lo que quiera según su mirada de la educación, sus valores y sus deseos o bien, algún o alguna docente que quiera emprender un camino diferente que resuene con su mirada.
Deja una respuesta